jueves, 17 de mayo de 2012


Paloma son tus ojos..


Todas las historias de amor conducen a Romeo y Julieta. Si la literatura fuese una ecuación, las novelas románticas, tendrían un cruce de miradas, por (x) una diferencia geográfica, social o religiosa, sobre (y) la pasión por derribar los obstáculos necesarios para que triunfe el amor. El cálculo no es original;  lo que todavía sigue sorprendiendo es la  historia contada con belleza que nos provoca un suspiro profundo, algo así como el corazón desgarrado de los amantes.
palomas son tus ojosLa novela juvenil Palomas son tus ojos, de Eduardo Dayan, logra eso.
Situada en Buenos Aires y planteada en tiempos actuales, es atravesada por hechos sociales y religiosos, y signada por poesía sublime, febril.
Dos jóvenes se conocen en una fiesta: una historia corriente de un amor único. Está escrita desde un narrador muy cercano, alguien que logra plasmar las características de un adolescente en erupción.
Los escenarios se desarrollan con claridad: el libro parece dibujar escenas de una película. Los capítulos se expresan con pensamientos, con diálogos, con papelitos escritos en clase:
nos sentamos, desordenados,
esperando, esperando, esperando,
sin saber qué ni para qué,
buscamos el rumbo
descaminados
decir todo está igual es decir todo ha cambiado

No sabemos cuál hubiera sido el final si Romeo y Julieta no tomaban la pócima letal. Shakespeare nos dejó la avasallante sensación de que se puede morir de amor. En esta hermosa novela, tuve la apreciación de que se puede vivir de amor, se crece por amor, se apuesta al futuro con la convicción de un sentimiento maduro y fuerte, capaz de derribar muros.
Nace así, el compromiso necesario que hace creer en un ¨para siempre¨, ¨para toda la vida¨, o al menos, en el tiempo delicioso en que dure la magia.

Anais Garcés

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